22 de febrero de 2016

Amnesia in litteris


Entonces se apodera de mí una aflicción indescriptible. Ha vuelto a atacarme la vieja enfermedad: amnesia in litteris, el olvido literario, y me invade una ola de resignación, por la futilidad de la ambición de conocimiento, y de toda ambición en general. ¿Para qué leer, para qué releer este libro, si sé que dentro de poco no me quedará de él ni la sombra de un recuerdo? ¿Para qué hacer algo, si todo se diluye en la nada? ¿Para qué vivir, si hay que morir? Y cierro el hermoso librito, me levanto y vuelvo a la biblioteca, vencido, hundido, y lo introduzco en la masa anónima de los otros libros olvidados.

Miles de horas de mi niñez, de mi juventud y de mi vida adulta dedicadas a leer, y no conservo nada más que un gran olvido.                                                                          (P.S.)


[Dedicado a Larsen, lector hasta el final, que ya solo se de dedica a eso; de El Amanuense y Gromov] 




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